NOVEDADES

25 de Noviembre de 2019

Esfuerzos extraordinarios, resultados ordinarios

“Me quedé hasta cualquier hora y nadie se da cuenta, porque finalmente todo sale…”

Una frase que de una u otra forma suelen decir líderes en distintas Organizaciones.

Muchas veces, situaciones únicas, requieren de esfuerzos extraordinarios. Un líder comprometido está dispuesto a hacerlos, porque busca resultados, porque no le da lo mismo, porque entiende que la situación lo requiere.

Hasta aquí, no hay problema.

La angustia empieza cuando esto se convierte en moneda corriente, cuando es reiterado y entonces pasa a ser cotidiano.

“De tanto permanecer algunas cosas parecen naturales” escribe Lilian Bodoc en Memorias impuras.

Lo extraordinario entonces deja de serlo, para convertirse en ordinario, en lo común, en lo que debe suceder y pierde su valor.

Tal vez la reiteración termina anestesiando, entonces también anestesia el compromiso, en el mejor de los casos; en otros, el cuerpo empieza a pasar factura, y el rendimiento y la motivación, desaparecen.

Cabe preguntarnos entonces por los límites.

¿Cuánto es posible? ¿Cuánto es sostenible? Y si no hacemos algo con eso ¿no estaremos contribuyendo nosotros mismos a que ese esfuerzo extra se haga cotidiano cuando invisibilizamos el costo de haber podido?

Te propongo pensarlo desde dos posiciones:

Si sos quién “pide” esfuerzos extras de manera recurrente:

  • No lo tomes nunca como un “deber ser”. Los profesionales se involucran en el resultado final, les importa, pero no tienen la obligación de perderse para ganar resultados permanentemente.
  • Teniendo esto en cuenta: no dejes de agradecer y reconocer.
  • Si te es posible, compensá. Seguramente hay momentos en los que podés darles tiempo libre.
  • Mostrá la contribución de tu equipo en la Organización. No alcanza que vos los reconozcas. Es inspirador que otros vean que el equipo rinde y se esfuerza al máximo.
  • Y sobre todo: evaluá la situación para planificar una situación en la que no necesiten de estos esfuerzos de manera permanente.

Si sos quien da un extra permanentemente y estás al borde del agotamiento:

  • No muestres los resultados sin visibilizar el proceso para lograrlos. Los obstáculos que sorteaste, la creatividad que pusiste es lo que te llevó ahí.
  • Visibilizar el esfuerzo no tiene que ser una “queja” si no una descripción de la situación que esté seguida de una propuesta para que esto no se perpetúe.
  • Procurá elementos, espacios y modos para pasarla lo mejor posible en esos momentos de esfuerzo. Prevé recreos, generá buen clima, procurá en espacio agradable y las herramientas y recursos que alivianen la tarea. Premiate.
  • Considerá siempre la posibilidad de decir que no al recibir el pedido. Vos sos quien más conoce tus límites. Si no los ponés, es difícil que los pongan por vos.